Cambiar el mundo cambiando la conciencia. Melchor Morán para MVS Noticias Puebla.

Pues seguimos en este largo e inconcluso proceso de paro de actividades y en muchos casos de encierro y distanciamiento físico, con tooodo lo que ello implica. Y al parecer en Puebla y muchas otras ciudades, la situación se extenderá por el desfase en contagios que llevamos con otras entidades.

Mucho hemos ya reflexionado sobre esta pandemia y sus efectos en absolutamente todos los aspectos de nuestras vidas. Mucho se habla de lo que significará el tránsito hacia una nueva normalidad, pero poco queda claro sobre cómo podría ser ese nuevo estado de cosas, para realmente funcionar.

Tras la pandemia, definitivamente se modificarán mucho nuestras vidas aunque no queramos, pues el riesgo de contagio seguirá presente por mucho tiempo y la recesión económica será otro factor que alterará considerablemente la vida que teníamos. Como he mencionado, científicos, analistas y pensadores de todo el mundo arrojan sus mejores ideas para alumbrar el sendero por el que podamos transitar hacia un nuevo paradigma. Tal es el caso de 170 científicos holandeses que emitieron un decálogo con este propósito y que hemos compartido aquí en Ensamblaideas.com.

Pero los grandes cambios que requiere con urgencia el sistema humano, no se ven claros ni viables todavía. Cualquier buena idea deberá recorrer caminos muy largos para implementarse si tiene que pasar por los gobiernos y sus complejos intereses políticos. Cualquier cambio propuesto por la ONU u otro organismo internacional podrá dormir el sueño de los justos antes que aplicarse en las sociedades del mundo. Las inercias económicas, políticas y sociales lucen como un torrente imparable y con vida propia; llevándonos como pequeñas basuritas sin voluntad. Pero esa, es sólo una manera de verlo, esos torrentes que conforman nuestra realidad, están generados por las acciones de todos y cada uno de nosotros. La realidad es la suma de nuestras visiones y acciones, por lo que si nos sumamos suficientes personas y empujamos en un mismo sentido podemos cambiar el rumbo de los acontecimientos. Así ha ocurrido por cientos y cientos de miles de años en nuestra historia. Y esa puede ser una gran lección de esta pandemia, porque si esperamos que el cambio provenga sólo de fuera, nos podemos sentar a esperarlo mientras nuestro mundo se viene abajo. Y es que si el tsunami de la pandemia es descomunal, el tsunami de la recesión que lo acompaña es mucho mayor, sin embargo, ambos eventos son simples olitas en comparación a la mega ola que representa el cambio climático. Por mucho que nuestro frenón humano haya limpiado los cielos, los ríos y regresado a muchos animales a nuestras bahías y ciudades, no será algo duradero y tristemente las emisiones de bióxido de carbono no se han reducido como lo necesitamos con urgencia. Por lo menos un 7.5% cada año durante los próximos 10 años, si pretendemos frenar el cataclismo ambiental.

La pandemia ha retrasado importantes negociaciones internacionales, necesarias para disminuir las emisiones de CO2. La COP26, Conferencia sobre el cambio climático de la ONU 2020 se ha tenido que postergar al menos un año por el contagio.

Entonces ¿cómo cambiar las cosas? Ningún cambio será posible si no comenzamos cambiando nuestra conciencia. Debemos cambiar nuestras perspectivas, creencias y hábitos en muchos aspectos. Y un buen punto de partida es el consumo de información.

La información, al igual que la comida , es algo que consumimos y una vez que lo hacemos, pasa a formar parte de nuestro ser.

Si sólo comemos comida chatarra, sabemos el daño que nos va a causar; pues con la información pasa lo mismo, exponernos demasiado a contenidos vacíos produce obesidad mental, si sólo consumimos noticias con exceso de sal o de azúcar, provocamos hypertensión en nuestra percepción de la realidad. Consumir sólo música procesada por los intereses de la industria y los medios masivos satura y carcome tu sensibilidad. Debemos disminuir el ruido de los memes y las noticias falsas que tanto nos ensordece.

Busca contenidos independientes que te hagan pensar, que te ejerciten la empatía y la imaginación. Consume documentales y no sólo películas palomeras, Netflix tiene contenidos magníficos como la serie Cosmos sobre el universo, o las series de La Tierra de noche o Nuestro planeta que son hermosos y emocionantes registros de la naturaleza y su frágil equilibrio. Ve películas independientes como El expreso del miedo (Snowpiercer) o el El Hoyo o algo más alegre como Si supieras ( The half of it), o cualquier otra que rete tus creencias. Divertidas y shockeantes como Barry Seal Solo en América (American made) o La gran apuesta (The big short) que no dejan de ser un gran recordatorio de lo que nos ha traído a esta realidad global. Si no las has visto, la serie de Black mirror o la de En pocas palabras (Explained) abrirán tu mente con los distintos temas que abordan en cada temporada. Y si realmente quieres ver hasta dónde va el agujero del conejo, checa la serie animada The midnight gospel

Es momento de sacudirnos y reescribir lo que hasta hace muy poco considerábamos convencional. El cambio comienza con nosotros. El cambio eres tú.

Aquí les dejamos avances de estos títulos para que se animen.

Esta es la colaboración de Ensamblaideas en radio para MVS Noticias Puebla, yo, soy Melchor Morán, sean libres!